Liar.

Dijiste que vendrías. Dijiste que traerías contigo soluciones para cada uno de mis problemas. Dijiste que aprenderías después de cada mala época. Dijiste que no volverías con reproches sobre todos los errores que cometí. Dijiste que quitarías las piedras y evitarías los derrumbamientos de tierra del camino. Pero, al final, sólo eran dos medias verdades cada cinco mentiras. Porque viniste, para no volver y, cuando lo hiciste, no dejaste de recordarme cuanto me había equivocado contigo. Gracias por tener el valor para mentirme sin conciencia a la cara. Y por mostrarme la realidad paralela que te empeñaste en vivir.

Eres un AUTÉNTICO MENTIROSO.