Un día pensamos poder crear nuestra propia historia. Una historia diferente de lo que ha sido. Una historia que trate únicamente de nosotros. Una historia solamente tuya. Así, empezamos a ignorar lo que siente el corazón y hacemos más caso a lo que nos dice la cabeza, algo que deberíamos haber hecho antes, pero que fuimos incapaces porque quizás la razón era demasiado dura de entender.
Pero es tan extraño y complicado tratar de negar y olvidar lo que pareces sentir en tu interior. Y cuanto más lo intentas, más difícil te resulta. Porque cuando sólo deseas que la única persona que en estos momentos te importa más en el mundo pase las noches levantado pensando en ti y los días soñando contigo. En ese instante, te das cuenta de que lo que en principio considerabas una mera tontería, ahora es algo que no puedes controlar. Ya que, al fin y al cabo, nadie elige quien le gusta, simplemente te gusta y punto; y aún menos, nadie decide de quien enamorarse, sencillamente un día te acaba gustando una persona más de lo que querías. Y es que el amor es de muchas maneras, es… únicamente diferente a cualquier otro sentimiento. Y yo creo que el hecho de no saber lo que guarda para ti, es lo que lo hace tan bello y tan mágico, incluso a veces, increíblemente irreal y desconocido.
Y por todo ello, dejarse llevar suena tan bien que al final, cuando te quieres dar cuenta, las heridas del corazón son demasiado profundas y él está en tu lista de promesas a olvidar.